Ayer finalizó el Giro. Quiero felicitar y agradecer a mis compañeros y a todo el staff el apoyo y ayuda que me han dado durante las 21 etapas. Saben que he preparado con mimo la carrera y aunque no se ha desarrollado como nos hubiera gustado, en todo momento han confiado en mi y se han involucrado al máximo. Aún sabiendo que no estaba en mi momento más dulce, nunca han bajado los brazos. Me siento orgulloso de ellos y de haberme ganado su respeto, tanto cuando gano como cuando lo intento sin conseguirlo. Lo valoro especialmente.
La vida de un deportista esta marcada por los retos, por el afán de superación. La primera victoria en profesionales tardó en llegar, pegué al poste unas cuantas veces hasta que metí gol. En el Tour de Francía también tuve sinsabores al principio. Seguí trabajanado, esforzándome, madurando, y a los años volví a la ronda gala para conseguir un triunfo de etapa en Luz Ardiden, un podio, un liderato de la montaña que no se conseguía desde los tiempos de Txomin Perurena… Para afrontar este objetivo, antes me tuve que curtir en la Vuelta, subir dos veces al podio… Y que decir de la Vuelta al País Vasco, una carrera tan especial para nosotros. Durante muchas ediciones acaricié el triunfo final, y hasta 2012 no llegó. Pero llegó. Nunca tuve fácil las cosas.
Las últimas temporadas hemos estado muy bien acostumbrados. El equipo ha ido cumpliendo hitos históricos y las expectativas eran altas. Lo ocurrido en este Giro hay que ponerlo en esa perspectiva, confiar en este grupo que tantas alegrías ha dado y seguir trabajando con profesionalidad, ilusión y ganas. Miramos al futuro con optimismo. La experiencia me dice que estamos ante un nuevo reto. Y los hemos ido superando.
No me olvido de patrocinadores, colaboradores y aficionados. De corazón, eskerrik asko por el apoyo que nos habeis transmitido. Nos hemos empleado a tope para que os sintáis orgullosos de vuestra apuesta por el ciclismo, por este equipo. Los resultados llegarán. Seguro.
Prensa Euskaltel Euskadi