Nápoles, Forio, Saltara, Altopiano del Montasio, Sestriere, Bardonecchia, Galibier, Polsa, Gavia, Stelvio, Val Martello, San Pellegrino, Giau y Tre Cime di Lavaredo son los nombres propios de la corsa rosa. La edición número 96 de la carrera italiana partirá este año de Nápoles el 4 de Mayo y finalizará en Brescia el 26 de Mayo. Es cierto, este año no terminamos en Milán, pero el Giro a diferencia del Tour y la Vuelta no tiene una ciudad fijada para el final de su carrera de tres semanas. A lo largo de esta tres semanas, si los corredores están dispuesto a ello, viviremos un gran espectáculo, el organizador ya ha mostrado sus cartas, el recorrido da pie a pensar que nos entretendremos y mucho con esta carrera, lejos quedan ya esos primeros días de grandes Vueltas donde el sprint era la resolución final de todas las etapas. A día de hoy corredores como Samuel Sanchez, Bradley Wiggins, Vincenzo Nibali y Robert Gesink han confirmado que saldrán de Nápoles con el objetivo de enfundarse el maillot rosa en Brescia y a falta de posibles cambios en el recorrido por parte del organizador, la carrera se presenta así.
Una primera semana donde ya no vale eso de: “habrá sprint”, la fórmula que inició el Giro hace años y que hasta entonces les ha funcionado la siguen manteniendo. El inicio será en Nápoles con una etapa en la que darán 10 vueltas hasta completar los primeros 156 kms de la carrera. Tendremos el primer maillot rosa, previsiblemente para un sprinter salvo que alguien sea capaz de hacer frente al pelotón en el alto de Posillipo. Al día siguiente se disputa la primera de las tres cronos que tendrá lugar en el Giro. Contrarreloj por equipos de apenas 17 kms donde las diferencias entre favoritos no deberían superar el minuto. La clasificación general contará en sus primeras posiciones con corredores del mismo equipo hecho que puede beneficiar al equipo del líder para la locura de los 3 días siguientes. 3 etapas con llegadas nerviosas donde una victoria puede venir acompañada también de vestirse de rosa. De este tríptico interesante cabe destacar pequeños matices que harán que la carrera trascurra de manera diferente, aunque no es descartable que quién acierte en la diana una vez, pueda repetir. La primera de estas tres etapas cuenta con un último puerto y un descenso final de 20 kms, en la segunda quien corone la Croce Ferrata con 30 segundos le valdrá para hacerse con la victoria, y la tercera acaba en un repecho que posibilita tanto una llegada en solitario como un posible sprint.
Tras estos cinco días, una etapa llana con sprint final para relajar las piernas y al día siguiente etapa llena de repechos con llegada a Pescara. Todo ello precede al primer test importante que vivirán los favoritos: la CRI con llegada a Saltara de 55 kms. Una primera parte con alguna dificultad, pero especial atención a los últimos 15 kms donde la contrarreloj se les puede hacer larga a aquellos que no sean especialistas y los últimos 3 kms picando hacia arriba pueden ser fatales para alguno. Al día siguiente primer contacto con la media montaña para llegar a la bella ciudad de Florencia y finalizar así la primera semana.
Tras el primer día de descanso, aparece la montaña. Final en alto con llegada al Altopiano del Montasio previo paso por el Passo Cason di Lanza. Día idóneo para que alguno se despida de ganar el Giro. Seguido a este día y antes de enfrentarnos con la alta montaña y la dureza de este Giro de Italia 2013, nos encontramos con una etapa de media montaña con final en alto donde seguramente se resuelva en fuga y continuado de dos días donde previsiblemente finalizarán con un sprint (la etapa con llegada a Cherasco contará con 242 kms). Finalizando la segunda semana: 18 y 19 de mayo aparecen etapas de gran dureza. La primera con llegada al duro puerto de Bardonecchia que contará con el previo paso por Sestriere y la segunda con paso por el Col du Mont Cenis, Col du Telegraphe hasta llegar al Galibier en tierras francesas. A buen seguro que al termino de estas dos jornadas la general estará aún más clarificada.
Segundo día de descanso antes de afrontar las 6 últimas etapas. La de Ivrea y Vicenza serán etapas ideales para resolver en fuga con una ascensión final que para aquellos que tengan aun fuerza les valdrá para anotarse una victoria. 23, 24 y 25 de mayo, los tres días claves donde se decidirá quien viste finalmente el maillot rosa en Brescia. La primera etapa de este tríptico, la cronoescalada a Polsa. 20 kms de dura ascensión con pendientes no muy altas pero que se mantienen constante, salvo en 4 kms centrales donde se podrá recuperar fuerzas. A este esfuerzo, le sigue el día con llegada a Val Martello pasando primero por dos colosos: Gavia y Stelvio, dos puertos míticos de la corsa italiana. Por si aún quedarán posiciones por resolver, queda la última etapa con 5 puertos: Costalunga, San Pellegrino, Giau, Tre Croci y Tre Cime di Lavaredo. Solo leer los nombres asusta. El Giro concluirá con un paseo triunfal por Brescia donde el líder podrá respirar tranquilo, pues a diferencia de otros años, no concluirá con una crono individual.
Podríamos decir que la corsa rosa presenta un aspecto difícilmente mejorable con una primera semana muy entretenida, quizás una segunda semana donde el recorrido pueda flojear, pero que culmina con tres etapas que darán de hablar, eso sí, si los corredores están dispuesto a ello…