Entrevistamos a la joven corredora alavesa del Bizkaia-Durango, Lourdes Oyarbide.
¿Quién es Lourdes Oyarbide?
Soy una joven alavesa de 19 años, apasionada de la bicicleta. Vivo en Egino (Asparrena),
aunque entre semana resido en Mondragón (Guipúzcoa) donde estudio 1ºcurso de Grado en
Ingeniería de Diseño Industrial. Desde que a los 7 años me apunté en la escuela de ciclismo
Aratz-Araia, este deporte es mi forma de vida. Ilusionada, con ganas de aprender, este año
empiezo una nueva etapa en este deporte, sub 23 de primer año en el equipo Bizkaia-Durango.
¿Cómo está yendo la temporada?
A pesar de no llevar muchos días de competición, voy viendo la progresión del año anterior a
este. Pero no hemos hecho más que empezar, y todavía queda por ver lo que nos deparara el
2013.
¿A qué aspiras este año?
Este año todo es distinto. Habiendo pasado a una nueva categoría, ahora toca aprender todo
lo que pueda de las veteranas del equipo. Está claro que me he marcado varias metas este
año, como mejorar el rendimiento de años anteriores, seguir trabajando las contrarrelojes (mi
modalidad preferida), etc… Pero lo primero es organizarme para compaginar el deporte con
los estudios, aprender y ganar experiencia.
En España, lamentablemente, el ciclismo femenino es muy poco conocido, ¿cómo así elegiste
este deporte?
Todo empezó cuando tenía algo más de 5 años. Mi hermano (3 años mayor) se apunto en la
escuela de ciclismo de la zona, Aratz-Araia, y yo, como «buena» hermana pequeña, quise ir
con él. Pero todavía no tenía edad para competir, y en casa tampoco me dejaban. Varios años
después, tras insistir mucho, lo conseguí y me apunté. Desde entonces, pedaleo casi a diario.
¿Guardas algún recuerdo especial, una gran victoria, o una anécdota graciosa?
Recuerdos especiales, muchísimos! El ciclismo me ha hecho viajar, aprender y hacer muy
buenas amistades. Se viven tantas cosas en este deporte, que me resulta imposible quedarme
solo con una.
Una gran victoria… el campeonato de España de contrarreloj en Bejar (2011). Fui la primera en
tomar la salida, pinche la lenticular en el ultimo kilometro y seme salió la cadena en los últimos
metros. Fue mi primera victoria, y me la llevé por algo más de un minuto. Lo mejor de todo,
que llenamos el podio de verde! Irene Usabiaga y Eider Merino, mis compañeras de selección
me acompañaron.
Anécdotas, muchas! Y casi de todas se aprende algo nuevo. En el momento algunas no fueron
graciosas, pero ahora me rio con todas. La última, «perderme» en Holanda, empapada, muerta
de frio, entrar a un bar a pedir un teléfono, intentar llamar al masajista del equipo y conseguir
hablar con el cuarenta minutos después. ¿Qué aprendí? Que hay que apuntarse el nombre del
Hotel, del pueblo, algún número de teléfono, y que para llamar a un número español primero
hay que marcar «+34» o «0034», jajaja.
¿Es difícil ‘ser chica’ en el ciclismo?
A pesar de que el ciclismo (masculino) no es el «deporte de masas» que es el futbol, tiene una
gran afición. Pero no pasa lo mismo con las féminas. El ciclismo femenino está dado de lado.
Estamos pocas corredoras, y cada vez quedamos menos. Muchos dicen que es por la falta de
apoyo, motivación, incentivación, etc.. En mi opinión, con un poco de más ayuda y apoyo la
situación cambiaria, y la mejor manera que se me ocurre para eso es que desde los medios de
comunicación lo den más a conocer.
¿Si es difícil ser chica en el ciclismo? Sí, pero viviendo en Euskadi todo resulta más fácil. Somos
unas privilegiadas en el norte. La federación vasca organiza el Torneo Euskaldun de Féminas
que consta de 10 pruebas, para todas las categorías (cadetes, juniors, sub23 y elites). Y no hay
que olvidarse de la afición que hay!
Todo ciclista sueña con ganar su carrera favorita; unos la Roubaix, otros el Tour de Francia…
¿tú?
Puestos a elegir…. el Giro! O un Mundial! Para poder lucir el precioso arcoíris! Jejeje. Pero
más que con una carrera en concreto, sueño con la manera de ganar. Mi sueño de una carrera
perfecta sería que después de haber luchado durante toda la carrera, llegara en solitario a
meta, con suficiente ventaja para poder disfrutar los últimos kilómetros teniendo ya asegurada
la victoria, y pudiéndola celebrar de mil maneras distintas en una recta de meta, llena de
gente, de la familia, de amigos… Bonito sueño, ¿verdad? Se me pone la carne de gallina..
¿Con qué ciclista/s te gustaría salir un día a entrenar? ¿Y que estuviesen en tu equipo?
Creo que si pudiera salir a entrenar con mis ciclistas favorit@s, me harían sudar demasiado, y
yo soy de sufrir en solitario… jajaja. Pero sí que entrenaría con Anna Van der Breggen, joven
corredora con mucha clase y un futuro prometedor. Se puede decir que es una muy buena
referente.
En cuanto a con quien me gustaría compartir equipo, tengo que decir que estoy encantada
con el equipo de este año: Anna Sanchis, Ane Santesteban, Dorleta Eskamendi, Irene San
Sebastian, etc., pero sí que me gustaría estar en el equipo con Sheyla Gutierrez, ya que hemos
sido rivales desde cadetes y compartir equipo seria una situación completamente distinta.
El ciclismo es un deporte que conlleva muchísimo sacrificio, ¿compaginas bien tus estudios,
salir con los amigos… con los entrenos y las carreras?
A demás de ser un deporte muy duro, es muy sacrificado. Hay que tener claras las cosas. El
que quiere competir, puede. Solo hay que organizarse bien y dar prioridad a cada cosa en su
momento. Los estudios son lo prioritario, seguidos de la bici, pero sin descuidar las amistades.
Por eso, cuando toca estudiar, hay que aprovechar el tiempo al máximo; cuando hay que
entrenar, se intenta cumplir con los entrenos; y cuando se sale con las amigas, me olvido de
todo lo demás. Lo complicado es compaginar el ser joven con el deporte, porque no se puede
salir tanto como gustaría.
La primera carrera que disputaste como profesional fue la Ronde Van Drenthe, ya que la
Novilon Euregio Cup se suspendió por las duras condiciones del clima, ¿cómo ha ido el
salto al pelotón internacional?
No sé muy bien qué responder, porque en Drenthe la carrera terminó para mí en el kilometro
cincuenta después de verme involucrada en una caída masiva en el pelotón. Pero si que puedo
decir que esos primeros 50km los disfruté como una niña, corriendo a delante, rodeada de
profesionales! Lo que más pena me dio fue no llegar a probarme en el pave.
En lo que me queda de curso no voy a salir al extranjero a correr, asique habrá que esperar a
verano para volver a verme en una situación parecida.