Lamentablemente, abrir un periódico de prensa general y ver al menos una mención a alguna prueba que se esté disputando del calendario UCI es cada vez más difícil. Ni siquiera si el ganador es un ciclista español, o si hablamos de una prueba con la historia de la Volta a Catalunya y con su importancia (recordemos que es una prueba World Tour).
Y es que en la primera plana de la prensa deportiva es todavía complicado que cuando se destapa un caso de dopaje no queden en un segundo plano las noticias de la carrera, y podemos comprobarlo al ver que durante el Tour de Francia pasado se prestó más atención al positivo de Frank Schleck que a la propia carrera, al menos durante la efervescencia del caso.
¿Será que el público está interesado solamente en esa parte del deporte? ¿Puede que tal vez exista una intención de desprestigiar el deporte? Entendamos que en ningún caso los positivos por dopaje deben quedar sin salir a la luz, y aquellos implicados deben ser sancionados según la legislación vigente. Pero tal vez, como comentaba Pascale Schyns en una entrevista hace unas semanas: “en el tenis por ejemplo, se autoprotegen de los controles. Cuando un jugador da positivo, dicen que tiene una lesión. Así, el tenista no puede jugar durante los meses de la sanción.”
El ciclismo debe afrontar de forma directa éste problema, eligiendo entre mostrarse transparente y sucumbir a las críticas o no dar tanto bombo a los propios problemas y dejar que el mismo pelotón actúe contra ellos.
Otro ejemplo bastante claro del desinterés hacia la verdadera carrera y la búsqueda de otras noticias, no siempre (casi nunca) positivas para el ciclismo fue la desaparición de Rabobank como patrocinador. Durante esa época creció (llamémoslo así) un morbo por saber qué iba a pasar con todos los corredores, o quién iba a ser el nuevo patrocinador. Algunos decían que había llegado el fin del ciclismo al desparecer un patrocinador con el potencial del banco holandés, pero nadie pensaba en hablar del mercado de fichajes o de la situación de Euskaltel (al borde del descenso de categoría).

Como ejemplo final, ocurrido ayer mismo, y como ya se comentó en twitter, la “broma” de Peter Sagan al tocar el culo de una de las azafatas que besaba al ganador de la Ronde Van Vlaanderen Fabian Cancellara cobró más protagonismo que el movimiento del suizo de Radioshack, dejando de rueda en el muro de Paterberg a Sagan y cabalgando en solitario hasta la línea de meta.
Pero parece que en un futuro próximo aún tendrá más repercusión el anti-ciclismo que el ciclismo. ¿Informar o desinformar?