Fabian Cancellara está de vuelta. Ya avisó imponiéndose en el E3 Harelbeke, en Flandes nadie pudo con él y hoy en Roubaix sentenció su segundo doblete Flandes-Roubaix batiendo en el mismo velódromo a Sep Vanmarcke. Con las ausencias de Tom Boonen o Peter Sagan en la línea de salida Compiègne todas las miradas se centraban en Cancellara y el suizo no defraudó anotándose la victoria en la segunda París-Roubaix más rápida de la historia.
La carrera comenzó muy rápida y descontrolada hasta que llegaron los primeros tramos de pavé donde se normalizaron los grupos con el intento de Boasson Hagen, Phinney, Geraint Thomas y Lars Boom a falta de 130 kilómetros. Tras el paso por el mítico Bosque de Arenberg tomaron la responsabilidad Omega y Sky mandando gente para adelante.
Cancellara tomó entonces la responsabilidad de seleccionar el grupo justo antes del tramo de Mons-en-Pevele. Ya en los 30 kilómetros finales fue cuando comenzó la batalla gracias a un despiste del suizo que dejó la cabeza formada por Vandenbergh, Gaudin, Langeveld y Vanmarcke, un grupo con Flecha por detrás y Cancellara en «tercera línea».
Cancellara logró enlazar con el grupo perseguidor para luego soltarlos y cazar al grupo cabecero. Fue entonces cuando Vanmarcke y Vandenbergh atacaron ya con el aliento del suizo en el cogote. Cancellara no quiso sorpresas y enlazó con el dúo de belgas aunque con Stybar soldado a su rueda.
Cuatro hombres se jugaría la victoria con el Omega con superioridad, aunque la Roubaix es caprichosa y Vandenbergh quedaría eliminado tras chocar con un aficionado y más tarde otro espectador eliminaría a Stybar al cruzarse y hacerle perder la rueda de Cancellara.
Parecía un duelo fácil para Cancellara pero Vanmarcke no se lo puso nada fácil, sin acobardarse en ningún momento incluso entrando al relevo y forzando un ataque de «Espartaco» que no pudo soltarle. Ya en el velódromo comenzaron los tanteos y la veteranía de Cancellara pudo con la juventud y las ganas del hombre del Blanco que lanzó el sprint demasiado pronto dejándoselo fácil al suizo. En la lucha por la tercera plaza Niki Terpstra se impuso a Gaudin y Van Avermaet sirviendo de consuelo para el Omega que tras la mala suerte de Vandenbergh y Stybar al final se hicieron un podio.
Imagen Bettini
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