Tercer capítulo de este culebrón. Hoy a parte de Eufemiano, nuestro doctor de cabecera, han aparecido en primera persona dos de los otros nombres implicados en la trama, Yolanda Fuentes, la hermana del anterior, y José Ignacio Labarta, el cual fue miembro del equipo técnico del conjunto Comunidad Valenciana.
Nuestro Doctor House, siguió dejando titulares y hoy aprovecho la oportunidad de hablar para no dejar títere con cabeza. Él solito se ha cargado en un día al Presidente de la Asociación de Ciclistas Profesionales (ACP), miembro del Consejo Superior de Deportes (CSD), D. José Javier «Pipe» Gómez, uno de sus clientes en aquella época, y de desacreditar a las acusaciones o por lo menos dejarlas en muy mal lugar, como ha sido con el caso de Jesús Manzano, del cual ha señalado que habitualmente consumía cocaína. A continuación ha aprovechado para seguir con la línea ya mostrada ayer y recalcar que ante todo velaba por la seguridad de sus clientes, y por esa misma razón no quiso tratar a Manzano, ya que la cocaína suponía un grave riesgo para el ciclista a la hora de poder seguir sus tratamientos. ¡Qué suerte ha tenido el ciclismo al poder contar con un médico de esta alcurnia! Si no fuera por gente así, que cuidaba de la salud de los corredores estaríamos hablando de un deporte… ¿limpio?
Por otro lado, su hermana Yolanda no ha hecho más que tirar balones fuera y dejar a entrever que ella simplemente se limitaba a ser una mera «secretaria» y que de la práctica que su hermano llevaba a cabo apenas tuvo conocimiento hasta que se enteró por la prensa. «Eufemiano me puso al día de cómo se llevaba un equipo, pero de sus actividades médicas no, siempre me dejó al margen del tema de las extracciones, de las máquinas que usaba… De todo eso me enteré por la prensa». También refiriéndose a la prensa, llegó a afirmar que ésta había sido la culpable en parte del fallecimiento de su padre.
Finalmente el otro imputado en salir hoy a la palestra, Labarta, señaló otro par de nombres como clientes del doctor Eufemiano, Ivan Basso y José Enrique Gutiérrez, dando a conocer que sus motes (los nombres que aparecieron en las bolsas de sangre incautadas) eran los de Macario y Bigotes, respectivamente. El que fuera miembro del conjunto del Comunidad Valenciana se mostró firme ante las preguntas de la magistrada, y dejó claro que era conocedor de las prácticas de Eufemiano, pero que él nunca le llevó ningún corredor. «Yo sabía de las prácticas de Eufemiano, pero ha sido una persona que siempre ha querido defender a su familia y amigos, y a mí nunca me ha querido involucrar. No sé si había gente de otros deportes, yo no he coincidido».
En otro orden de cosas, la jueza no ha permitido que Eufemiano diera los nombres de los propietarios de cada una de las bolsas de sangre encontradas en el momento que se destapó la trama, cuando el propio médico estaba señalando que no tendría ningún problema en hacerlo.
En los sucesivos días la cosa seguirá por estos cauces, así que muchos hoy seguramente no puedan apenas conciliar el sueño, por miedo a lo que se pueda decir en los próximos días por parte de acusados y testigos. Cuarto pase de la Operación Puerto. To be continued…
Gran artículo , soy un ciclista de toda la vida y me parece lamentable estos hechos . Un saludo