«Ha podido parecer una etapa tranquila, pero para nada. Ha sido otro día muy rápido. Los primeros veinticinco kilómetros a más de 50 por hora de media, después a un ritmo alto para tener cerca la fuga y la última hora ha sido muy exigente. Sabíamos que el final era complicado y hemos estado siempre atentos en cabeza para evitar cualquier problema sobre todo en la última bajada. Mañana es una etapa muy, muy exigente y Ancares es muy duro. Carretera estrecha, desniveles importantes… A ver cómo están las piernas, pero si sigo con estas sensaciones creo que el podio lo mantendré y teniendo cerca a Froome el objetivo puede ser desbancarle de la segunda plaza. Creo que estamos todos muy parejos y que mañana se decidirán los puestos de podio. Si no, nos queda la crono del domingo, que creo que me puede ir muy bien. Es una distancia en la que he hecho buenas cronos y confío en estar delante».
Prensa Movistar Team