13 kilómetros al 8 % de pendiente media no son moco de pavo. Ahí acababa la octava etapa del Giro Rosa, la jornada reina, en la que parecía que la general quedaría resuelta. En un día lluvioso, en el que por esas condiciones meteorológicas no pudimos tener demasiada información en directo, la británica Emma Pooley demostraba que había vuelto. Emma Pooley, doctora en escalada, podríamos llamarla. La de Lotto Belisol lanzó su ataque en los metros finales y vencía con autoridad su segunda etapa de este Giro d’Italia, sin dar opción al resto de escaladoras, que veían cómo perdían sus opciones de cara a una general que sigue liderando Marianne Vos (Rabobank-Liv) por delante de su compañera Pauline Ferrand-Prévôt A falta de una etapa, la de Madonna del Ghisallo, patrona del ciclismo, en la que todas las corredoras del top 10 buscarán meterse en el podio.