Cada año, el primer domingo de abril se para el tiempo en Bélgica: se disputa la Ronde Van Vlaanderen, el Tour de Flandes. La carrera flandrien es uno de los cinco monumentos del ciclismo y uno de los acontecimientos deportivos más importantes de todo el año en Bélgica, si no el que más. En 2016, por si todo lo dicho fuera poco, se celebra la edición número 100 de De Ronde −y ya no quedarán monumentos con menos de cien ediciones disputadas−, con lo cual se espera que la fiesta sea aún más grande.
Sin embargo, tras la muerte de Antoine Demoitié, atropellado por una moto en la pasada Gent-Wevelgem, todos los ojos estarán puestos en la cantidad de motos y coches que la organización permita circular durante el evento, y en su comportamiento en la carrera. Esperemos, pues, ver un gran espectáculo y, también, que todos recordemos el centenario del Tour de Flandes como el día en el que el ciclismo se volvió un deporte más seguro.
EDICIÓN 2015
El año pasado, por primer vez en 99 ediciones, vimos ganar el Tour de Flandes a un noruego. Y no es tarea fácil inscribir un nombre que no sea belga en el palmarés de De Ronde: hasta la fecha, los anfitriones se han llevado 68 ediciones, 2 de cada 3. La de 2015, no fue una jornada especialmente emocionante: Alexander Kristoff fue con diferencia el más fuerte de la prueba y se impuso al sprint a Niki Terpstra, después de haber seguido la rueda del holandés cuando este atacó a 28 km de meta. Tercero hizo Greg Van Avermaet, quien rompió lo que quedaba de pelotón junto a Peter Sagan en la última cota del día, el Paterberg, pero nunca tuvieron opciones reales de alzarse con la victoria.
RECORRIDO
Desde que en 2012 la nueva organización, Flanders Classics, cambiara la ciudad que acoge la llegada del Tour de Flandes, pasando de Meerbeke a Ourdenaarde, el recorrido de la prueba tuvo que modificarse. El cambio más significativo fue que el Kapelmuur −o muro de la capilla− dejó de ser el juez de la prueba, cediendo el protagonismo a la dupla formada por el Oude-Kuaremont y el Paterberg, y así volverá a ser el próximo domingo. Muchos años tendrán que pasar para que otra cota pueda hacer sombra a la historia y el misticismo que rodean al Kapelmuur, pero lo cierto es que el nuevo encadenado sirve para romper la carrera y como suele pasar en todos los monumentos, carreras de verdadero fondo, solo los mejores están delante cuando se llega a la cima del Paterberg.
Este año se recorrerán exactamente 255,9 km, se subirán 18 cotas, algunas de ellas adoquinadas, y se pasará por 7 tramos de pavés.
FAVORITOS
Siempre, cuando se llega al fin de semana de De Ronde, ya se han corrido la mayoría de pruebas de la campaña del Norte y se ha podido ver quien llega en mejor forma a las citas importantes de las piedras, lo cual facilita el trabajo de jerarquización de los favoritos. Ahí va nuestra apuesta de cara al centenario del Tour de Flandes.
Dos ciclistas parecen estar por encima de sus rivales esta primavera. Se trata de Peter Sagan (Tinkoff), ganador de la Gent-Wevelgem y segundo en el E3 Harelbeke y el Omloop Het Nieuwsblad −y protagonista en todos ellos, rompiendo la carrera desde lejos−, quien parece más cerca que nunca de ganar su primer monumento, y Fabian Cancellara (Trek Factory), tres veces ganador en Flandes y quien, más que excelentes resultados −4º en E3 Harelbeke y en Gent-Wevelgem, y ganador de la Strade Bianche−, en lo que llevamos de temporada ha dado muy buenas sensaciones y parece en condiciones reales de convertirse en el primer ciclista de la historia en ganar cuatro veces en Flandes, justamente el año que ha anunciado que será el último de su carrera deportiva.
En un segundo escalón se encuentran el ganador de la edición pasada, Alexander Kristoff (Katusha), quien no está en el primer grupo porque ha estado algo desdibujado en lo que llevamos de campaña de clásicas, pero sigue siendo un rival temible en caso de llegar con él al sprint; Sep Vanmarcke, jefe de filas indiscutible del LottoNL-Jumbo, segundo en la Gent-Wevelgem, dónde demostró estar muy cerca de Sagan y Cancellara en los muros; Greg Van Avermaet (BMC), excelente toda la temporada y que parece haber dejado atrás el poco olfato ganador que le ha caracterizado toda su carrera, y Michal Kwiatkowski, ganador del E3 Harelbeke.
Está por ver cómo responderá el Etixx-Quick Step en lo que resta de clásicas adoquinadas, hasta el 10 de abril que se disputa la París-Roubaix. De momento, la imagen de las piedras ha sido el azul del equipo de Lefevre tirando a bloque para cerrar huecos. Siempre a contrapié, con una evidente inferioridad cuando se hacen los movimientos importantes de la carrera, Boonen, Terpstra, Stybar, Trentin, Vandenbergh y compañía tendrán que ingeniárselas para aprovechar una superioridad numérica a la que seguramente le falta un corredor en estado de gracia.
Sky se presenta en la carrera con un amplio abanico de posibilidades tácticas. A Kwiatkowski, en evidente buena forma, se le ha de sumar Ian Stannard, 3º en el E3 Harelbeke; Geraint Thomas, quien aparece en esta lista por sus resultados pasados, porque parece más centrado en convertirse en un buen vueltómano que en engrosar su palmarés en las clásicas, y el joven Luke Rowe, que está dando el salto que se esperaba de él esta temporada −4º en el Omloop Het Nieuwsblad y muy activo en el resto de clásicas−.
El grupo de los outsiders lo forman Edvald Boasson Hagen (Dimension Data), Lars Boom
(Astana), Daniel Oss (BMC), Jasper Stuyven (Trek-Factory), Jurgen Roelandts y Tiesj Benoot (Lotto-Soudal), Arnaud Démare (FDJ) y Jens Keukeleire (Orica-Green Edge).
No se pierdan De Ronde este domingo: un monumento siempre es un monumento y visto lo visto en lo que llevamos de la temporada de adoquines, hay muchas probabilidades de que los últimos 70 km de carrera sean apasionantes.