La Dwars door Vlaanderen (DDV), conocida por los aficionados españoles por «A través de Flandes», se ha decidido en un sprint de un grupo bastante numeroso, pero la carrera ha tenido todos los alicientes de las clásicas adoquinadas. Jens Debusschere ha conseguido la victoria por escasos centímetros por delante del francés del Direct Energie Bryan Coquard, culminando el gran trabajo del Lotto-Soudal durante toda la carrera. Debusschere consigue así la victoria más importante de su carrera -junto al nacional de ruta belga- y se confirma como uno de los hombres a tener en cuenta de cara a lo queda de campaña del Norte.
Merece una mención especial en cualquier crónica de DDV 2016 el carrerón que se ha marcado Kevin van Melsen (Wanty-Groupe Gobert), el último de los supervivientes de la escapada del día, que no ha sido cazado hasta el km 182, cuando faltaban únicamente 18 km para la meta y unos 50 km después de que se lanzara la carrera en el pelotón. Con él, habían formado la escapada Asselman (Roompot), Manakov y Boev (Gazprom), Kirsch (Stölting) y un Alexis Gougeard (AG2R) que en lo que va de temporada puede que lleve más kilómetros escapado que en el pelotón.
Los movimientos importantes de la carrera empezaron a 70 km de meta cuando saltaban del pelotón Luke Durbridge (Orica-Green Edge), Jonas Rickaert (Topsport Vlaanderen – Baloise) y Mike Teunissen (Lotto NL-Jumbo). Ya en el Taainberg, Theuns se ponía en cabeza y seleccionaba la carrera y en la cima empezaba el espectáculo del Lotto-Soudal. A 50 km para la meta, lanzaba su ataque Jelle Wallays, el ganador de la edición pasada de DDV, y con él se iban Nizzolo (Trek-Segafredo), Jens Keukeleire (Orica-Green Edge), Nikolas Maes (Etixx-Quick Step), Dries Devenyns (IAM Cycling), Oscar Gatto (Tinkoff), Antoine Duchesne (Direct Energie), Tom Van Asbroeck (LottoNL-Jumbo) y dos de las revelaciones de la temporada, Scott Thwaites (Bora-Argon 18) y Loïc Vliegen (BMC), segundo y cuarto respectivamente hace tres semanas en Le Samyn.
Se organizaría detrás la persecución, primero por parte del Etixx-Quick Step en favor de su hombre rápido, Fernando Gaviria -quien parece no solo capaz de estar delante en el Poggio, sino que también en cualquier cota adoquinada que le pongan delante-, y tras un pinchazo de Wallays, colaboraría el Lotto-Soudal, que tenía que cambiar sus planes y buscar otra manera de ganar la carrera.
Delante (Van Melsen aparte), se sucedían los ataques. Especialmente peleón se mostró Luke Durbridge, más fuerte que su jefe de filas, Jens Keukeleire. En el Vossenhol, tras el trabajo de Lotto-Soudal, Tiesj Benoot conseguiría conectar con los de delante, pero el grupo nunca les dejaría demasiada ventaja y a falta de 10 km, hubo un reagrupamiento, momento que aprovecharía Greg Van Avermaet para lanzar su apuesta.
O su órdago, mejor dicho. Consiguió apenas unas quincena de segundos y los mantuvo hasta los últimos 100 metros, cuando los esprínteres le pasaron por encima. Gaviria lanzó el sprint desde demasiado lejos, posiblemente pecando de juventud por primera vez desde que consiguiera la atención de los focos, y hasta nueve corredores consiguieron superarle. Vale la pena ver el sprint; Debusschere, el ganador, entró en la última curva más allá de la décima posición y a base de fuerza bruta ha conseguido remontar a todos y cada uno de sus contrincantes. Junto al belga, en el podio han subido Coquard y otra de las innumerables promesas belgas para los adoquines, Edward Theuns (Trek-Segafredo).
El viernes vuelven las piedras con el E3 Harelbeke y, sin apenas tregua, el domingo repiten con la Gent-Wevelgem. Un encadenado precioso para los que nos quedamos en casa por Semana Santa.