En la selección de Eslovaquia son pocos, pero hay uno muy bueno. Dos hermanos y un acompañante. Un favorito y dos ayudantes. Cualquiera de estos sintagmas podría resumir a la perfección esta selección eslovaca, que el domingo partirá con tan solo tres integrantes. Dos de ellos son hermanos, pero solo uno basta para reflejar el ánimo y la ilusión de una selección tan humilde. Juraj Sagan, Michael Kolar y sobre todo, Peter Sagan, será la representación eslovaca. Su baza, sin ninguna duda, es Peter Sagan. El eslovaco, que se lleva de este 2015 un gran bagaje de segundos y terceros puestos, busca rematar un año en el que de una u otra forma le volvió a resultar esquiva la buena suerte. El de Tinkoff cuenta con un recorrido hecho a su medida. Pavés, algún repecho y mucho nervio parecen ser el terreno perfecto para que “Sagundón” deje de serlo.