El catalán del Katusha Joaquim Rodríguez afronta la Vuelta a España como su gran objetivo de la temporada, tras la caída y posterior abandono en el Giro de Italia. Esa caída propició que los planes de Purito cambiaran y finalmente sí que acudió al Tour de Francia, pero sólo para coger ritmo de cara a la Vuelta. Por lo que este año tomará la salida en las tres grandes vueltas.
La temporada del líder del Katusha pareció ser una continuación de la anterior, con un 4º puesto en el Tour de Omán y la victoria en la Volta a Cataluña, más una victoria en la prueba catalana. Entonces comenzaron sus problemas, tuvo que abandonar la Amstel Gold Race por una caída, finalizó en un discreto 70º en la Flecha Valona y volvió a abandonar en la Lieja-Bastoña-Lieja. Llegó al Giro repleto de dudas y la caída puso fin a su racha de infortunios.
Joaquim cambió el chip y se preparó física y mentalmente para la Vuelta. Su primera prueba fue el Tour. Él mismo reconoció antes de la salida que no esperaba estar adelante y que buscaría la victoria en la última semana. Pero su momento llegó antes de lo esperado. En la 10ª etapa rozó la victoria y ahí se marcó su objetivo, luchar por el maillot de la montaña. Ese objetivo pudo ser una de las causas por las que no obtuviera la victoria de etapa, por gastar fuerzas en los puertos lejanos de meta en busca de puntos, y finalmente no consiguió ninguna de las dos cosas. Su posterior carrera, y última antes de la Vuelta, ha sido la Clásica de San Sebastián, donde peleó la victoria hasta el final, para finalizar en tercer puesto.
La mejora de Purito en las grandes vueltas ha sido meteórica en los últimos años, siendo como el vino, cuanto más ‘viejo’, mejor. Además, tener un escudero de confianza como Dani Moreno le sirve para apoyarse en él en los malos momentos y lanzarle la carrera cuando se encuentra bien. Tendrá duros rivales en esta Vuelta a España, pero el catalán ya ha demostrado que es uno de los mejores cuando la carretera se empina. ¿Será esta su Vuelta?