Hoy entrevistamos a uno de los hombres con más potencial del equipo Euskaltel, uno de los pocos corredores que no ha tenido problema para encontrar acomodo en el pelotón profesional, se trata de Mikel Landa, que correrá los próximos años en el conjunto Astana a las ordenes de Vincenzo Nibali. Con él hemos analizado su paso por la formación vasca y lo que le depara el futuro como corredor del conjunto kazajo.
Se rumoreaba que tenías cerrado un acuerdo con Astana desde La Vuelta, pero, ¿cuándo firmaste el contrato con el equipo de Nibali?
Pues al acabar La Vuelta fue cuando definitivamente lo firmé. Antes ya había manifestado mi intención de irme allí, pero se retrasó por lo del tema de Alonso, porque no nos habían dado todavía la carta de libertad. Así que hasta acabada La Vuelta no pude hacerlo.
Terminas tu etapa como corredor de Euskaltel. ¿Con qué recuerdo te quedas de tu paso por el equipo naranja?
Bueno, recuerdos muy buenos son todos. Al fin y al cabo ha sido el equipo que me ha dado la oportunidad de ser profesional, de crecer como ciclista… Bueno, aparte de eso, mucha de la gente que ha compuesto este equipo es gente con la que me voy a guardar la amistad para siempre.
Y como aficionado, ¿con qué momento de la historia del equipo te quedarías?
Viví con mucha intensidad el 2008, con Samuel ganando en los Juegos Olímpicos, Igor a punto de conseguirlo en La Vuelta… Probablemente esos han sido los momentos en los que más he seguido el ciclismo, desde fuera.
Este año, con segundos puestos en Madrid y en Asturias, ¿qué balance haces de tu temporada?
Bueno, ha sido una temporada un poco irregular. Ha habido momentos para todo: algunas veces no me encontraba nada bien e iba muy justo para terminar las carreras; y otros momentos en los que he andado realmente bien, como dices, en Madrid y en Asturias pude estar peleando por la victoria.
Todos los años te pasa eso de estar a punto de ganar, pero al final te quedas con la miel en los labios. ¿Eso te pesa al tomar decisiones en carrera?
No. Gané una vez de una forma muy inesperada y eso ha creado la expectativa de que tengo que ganar. Pero bueno, es algo que cuesta y que es difícil de conseguir, aunque creo que con el tiempo podré volver a levantar los brazos.
¿Cómo se viven desde dentro del equipo noticias tan tristes como la de Víctor Cabedo o la de Rufino?
Buf… Son un palo bastante fuerte. Al final, en este mundo compartimos muchas horas con los compañeros y perder de un día para otro a esas personas es difícil de llevar.
Hablando ya sobre tu futuro, ¿sabes ya algo sobre el calendario que vas a tener en Astana?
Pues todavía no. El día 18 tendremos una concentración e imagino que a partir de ahí comenzaremos a perfilar toda la temporada.
Supuestamente Nibali se va a centrar en el Tour e imaginamos que también hará el Giro, por ser italiano. ¿Crees que podrías entrar en La Vuelta como líder del equipo?
(Se lo piensa) No, no creo. Tienen corredores como Kangert y Grivko que tienen bastante más nivel que yo en vueltas de tres semanas y creo que esos estarían por delante de mí.
¿En qué facetas crees que puedes aprender más estando junto a un corredor como Nibali?
Bueno, estando con los mejores todo es aprender. Es un nivel al que por mi cuenta no podría llegar, pero teniendo a alguien así al lado puedes aprender mucho de los pequeños detalles, como la alimentación, la recuperación o el entrenamiento. Me servirán para el futuro.
Y por último, estar al lado de un corredor de tanto peso ¿te da más presión o te libera un poco a la hora de correr?
Las dos cosas. Como hay que ayudarle y dar el 100% por él, sabes que no puedes fallar. Pero por otra parte, al saber que él tiene que dar la cara, es una gran tranquilidad.
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