A día de hoy si mencionamos a Joaquim «Purito» Rodríguez y a Dani Moreno, en seguida nos vamos hacia los dos mejores españoles del Katusha, ambos clasicómanos, expertos en muros y con buena punta de velocidad, e incluso al catalán lo metemos con uno de los favoritos para las grandes vueltas.
No hablamos de corredores jóvenes y en proyección, quienes han alcanzado su máximo potencial en el equipo ruso. Y esque si nos remontamos hace unos pocos años atrás, estos dos ciclistas vienen desde el largo proyecto de Eusebio Unzue. Purito estaba siempre a la sombra de Alejandro Valverde, y Dani Moreno no era más que uno de los grandes gregarios que tiene siempre este equipo (ahora Movistar). Pero claro, estos papeles no toman importancia en el pelotón internacional, y conociéndolos ahora, si hubieran permanecido con los azulones nunca podrían haberse planeado expectativas como las de la actualidad.
Si nos remontamos a lo más actual, Joaquín ha sido podio de nada más y nada menos que del Tour de Francia, algo impensable con Eusebio, donde solo aspiraba a ir al Giro D’Italia con galones, pero sin contar como uno de los hombres a la general, o de mano derecha de Valverde en el Tour. En Illes Balears y Caisse D’Epargne sus mayores triunfos fueron el Campeonato de España en Ruta de 2007, y etapas en la Tirreno Adriático.
Y nada más entrar a 2010 en Katusha, con el azul y blanco ganaba la general de la Volta a Catalunya, una etapa del País Vasco, segundo en el prestigioso Muro de Huy en la Fleche Wallone, y victorias de etapa en el Tour (justo delante de Contador) y Vuelta a España. 4.º en la general de la ronda española y atención, ganador del UCI , es decir, lo que viene siendo el mejor ciclista del mundo por puntuación WorldTour.
En 2011 preparaba de nuevo las clásicas, el Giro y La Vuelta. Hacía segundo en la Amstel y de nuevo en la Huy. En el Giro hacía 5.º en la general, ganaba tres etapas de la Vuelta pero no hacía ni top ten de la general. Se veía que a Purito se le atragantaba la tercera semana de las grandes vueltas, seguramente por la poca experiencia de haber sido líder en ellas.
Y entonces a la tercera fue la vencidad, su tercer año como capó en Rusia y al fin se impuso en Huy. Continuó su costumbre de etapas en el País Vasco y en el Giro tuvo la maglia rosa hasta la 21.ª etapa, donde Hesjedal se la arrebató en la crono. Llegó La Vuelta y ni Alberto Contador podía con él, parecía que era la suya hasta que llegó el famoso día de Fuente Dé. Si esa etapa no hubiera existido, Purito habría sido el rey de la gran vuelta española. Segundo en la general, después gano en Lombardía y otra vez primero de la UCI.
Y ahora vamos con Dani Moreno, quién hasta no llegar a Katusha, tenía una victoria de etapa en el Tour de San Luis como máximo triunfo. Se le atragantó el primer año en Rusia, y el segundo ya hacía 8.º en la Flecha Valona ayudando a Joaquim Rodríguez, ganaba una etapa en la Vuelta a Burgos y entonces lograba su gran victoria en Sierra Nevada durante La Vuelta a España. Ahí empezaba a deslumbrar. En 2012 ganaba el GP Miguel Indurain y etapas en Dauphiné, Vuelta a Burgos y hacía nada más y nada menos que 5.º en la general final de La Vuelta a España.
Su mejor año, el actual, 2013, donde se impuso en el muro de Huy, donde no quitó el plato grande y tiró para alante sin pensarlo y así continuar la racha de Rodriguez. Posteriormente, dos etapas en La Vuelta, exponiendo sus dotes de clasicómano, además de vestir el maillot de líder. Finalmente, de nuevo 5.º en la general individual.
Estos son creo los dos ejemplos más claros de la cantidad de ciclistas escondidos que puede haber en los equipos, ya sean Pro Tour o Continentales, y que no salgan a la luz o bien por intereses de equipo, por confianza o por no tener la oportunidad en carrera.
Carlos Sastre ya fue gregario de Basso y en el Tour que ganó iba a ayudar a los Schleck.
El que es bueno lo demuestra desde el principio, pero hay otros que necesitan otra serie de situaciones para deslumbrar, y no me quiero ni imaginar la de corredores que se nos escapan.