«Los dos últimos días hemos trabajado para lanzar a Gossie al esprín y, como lanzador, sabía que tenía la posibilidad de hacerme con el maillot amarillo. Ayer hablé con Simon [Gerrans] después de la llegada y me dijo que valoraba mucho mi ayuda durante las dos últimas etapas. Él sabía lo que iba a ocurrir hoy y no tenía ningún problema con ello. Podría haberse colocado a rueda y hacer su propio esprín, pero en lugar de hacerlo no ha tenido inconveniente en brindarme la oportunidad de enfundarme el maillot, por Sudáfrica y por mí. Evidentemente no he venido al Tour para lucir este maillot amarillo. Ahora bien, después de la crono por equipos, lo he sentido tan cerca que me he visto tentado.
Mañana tendré el honor de enfundarme el maillot. Me parece sencillamente increíble rodar en el Tour de Francia vestido de amarillo. Creo que más que rodar voy a planear por la etapa. Uno siempre sueña con vivir un momento así, también los corredores de más calidad y experiencia. Me siento muy afortunado por poder lucirlo, algo posible evidentemente gracias a Orica-GreenEDGE.
Creo que la jornada de hoy me va a cambiar la vida. Ya desde la etapa de Calvi recibí muchísimas felicitaciones de Sudáfrica, pues todo el mundo me asoció con la victoria de Simon. Ahora con el maillot amarillo, el reconocimiento va a cobrar otras dimensiones. Quizás de esta forma pueda contribuir a que el ciclismo ocupe un lugar más importante en mi país con respecto al rugby, por ejemplo».
Fuente: Prensa Tour de France