El francés Tony Gallopin (RadioShack-Leopard) ha conseguido levantar los brazos en la 33.ª edición de la Donostia Klasikoa/Clásica de San Sebastián, tras un ataque a unos 15 kilómetros de meta, que hizo que el grupo perseguidor, encabezado por Alejandro Valverde (Movistar) solo pudiera luchar por las demás plazas del podio.
La fuga del día se formó de salida y estuvo formada en un principio por cuatro hombres: Javier Aramendia (Caja Rural-Seguros RGA), Olivier Kaisen (Lotto Belisol), Luca Wackermann (Lampre-Merida) y Matthias Krizek (Cannondale). Aramendia fue el primero en descolgarse de ese grupo. A 55 de meta, un grupo de ocho corredores, atacó en las primeras rampas de Arkale. Unos kilómetros más adelante, Nairo Quintana y Alejandro Valverde (Movistar) probaron fortuna en la última ascensión a Jaizkibel. Moreno Moser (Cannondale), Juan Antonio Flecha (Vacansoleil), el a la postre vencedor Tony Gallopin, Marcus Burghardt (BMC) y Roman Kreuziger (Saxo-Tinkoff) les siguieron la rueda. Cuando Quintana se descolgó del grupo tras endurecer la carrera para Valverde, fue Kreuziger el que saltó del grupo, logrando casi medio minuto de renta, pero en el descenso fue neutralizado. Yannick Eijssen (BMC), Nicolas Roche (Saxo-Tinkoff) y Mikel Landa (Euskaltel Euskadi) también enlazaron con el grupo en esa bajada. Por detrás, Sylvain Chavanel (Omega Pharma – Quick-Step) y Mikel Astarloza (Euskaltel Euskadi) rodaron en tierra de nadie hasta que faltaron 20 kilómetros para meta, cuando llegaron a rueda de la escapada. En la última subida a Arkale fue Tony Gallopin el que atacó, logrando marcharse dejando atrás a Valverde, Landa, Astarloza, Kreuziger y Roche. El entendimiento entre estos cinco no existió en ningún momento, lo que permitió a Gallopin entrar a meta disfrutando de la victoria. En el esprín del pequeño grupo, Valverde fue segundo y Kreuziger tercero.