Ayer se disputó una de las ediciones mas polémicas, pero a la vez más divertido de la Milan – San Remo. Polémica por las malas condiciones con las que se disputó la carrera, ver ciclismo sobre hielo puede ser bonito o infrahumano, pero es un peligro exponer a los corredores a eso. El caso es que a pesara de todo la carrera comenzó, y cuando la organización se dio cuenta de lo que estaba pasando, decidió neutralizar 43 kms, por lo que los corredores tuvieron que para, montarse en el autobús darse el viajecito y de nuevo a correr. Con esa carita llegaba el bueno de Chavanel al autobús.
A raíz de esta decisión, muchos aprovecharon para poner fin a su participación en el primer monumento de la temporada y de paso dejarle un recadito a la organización. Tras volver a dejar a los corredores a 125 kms de meta, la carrera se retomó y pudimos ver un buen espectáculo. En la Cipressa se fueron por delante Roelandts, Lovkvist, Chavanel, Caruso y Bouet, pero no le dejaron margen y fueron rápidamente neutralizados. En el descenso se lanzó Gilbert, pero no estaba la carretera para arriesgar y el pelotón le cazó fácil. Posteriormente se movieron Vorganov, Stannard y de nuevo Chavanel, que estaba con muchísimas ganas, intentaron salir a por ellos Gilbert y Roelandts, dos hombres que se conocen a la perfección de la época de Lotto, pero el pelotón no permitió a ellos dos que abriesen hueco, por cierto que el trabajo en el pelotón era de Cannondale para su jefe de filas, Sagan, gran favorito para la victoria final.
En el Poggio se esperaba batalla, y así fue primero atacó Iglinsky, que llegó hasta la rueda de Vorganov ya descolgado de sus compañeros de escapada, pero el ataque bueno fue el de Luca Paolini, que intentó reventarle los esquemas a Cannondale, pero Sagan tenía piernas y se fue tras él, con lo que se formó un grupo en cabeza donde estaban Sagan, Cancellara, Ciolek, Paolini, Chavanel y Stannard. Tras ellos el pelotón.
Pues estos 6 corredores de cabeza se iban a jugar la victoria. Stannard jugó su carta a 3 de meta, pero su ataque, pero a Sagan no le hizo falta ni levantarse de la bici para cogerlo, tras ello Sagan pegó un pequeño acelerón, pero Cancellara estaba muy atento al de Cannondale. En un parón Stannard volvió a repetir su estrategia, Sagan no quería asumir toda la responsabilidad y tan solo contó con la ayuda de Cancellara, los demás a rueda. Con esto entrábamos en el último kilómetro, todo esto con Stannard tirando y los demás vigilándose aunque el ritmo no era muy alto y al fondo se venía como un avión Taylor Phinney. Sagan miró a Cancellara decidió lanzar el sprint, pero quizás no se percató de que a su rueda estaba Gerard Ciolek, ese proyecto de sprinter que estuvo en Omega sin saber muy bien que hacer y que parece que tras el cambio de equipo esta recuperando esas sensaciones de corredor importante. Pues el sprint se jugó entre ellos tres, Sagan (el favorito), Cancellara (el aspirante) y Ciolek (la sorpresa), finalmente ganó la sorpresa, ni un solo relevo, esperando su momento, sabiendo que no tenía porque tomar la responsabilidad e imponiéndose al final, victoria importantísima tanto para él como para su equipo con Sagan en segunda posición, reconociendo que subestimó a sus rivales, y Cancellara tercero. Pero la próxima vez ya Ciolek no será la sorpresa, de hecho ahora ya era un tío a tener en cuenta tras su buen rendimiento en Tirreno, lo que pasa que con Sagan y Cancellara pudo pasar desapercibido, pero la próxima vez cuando se vea en una de estas que no piense que le van a dejar coger rueda tan fácil, ahora debe empezar a ganar como los campeones. Por cierto que finalizó 4º Sylvain Chavanel, muy bravo el francés y buena noticia para Boonen que ve como su equipo va a llegar en muy buenas condiciones al pavés.