Sam Bennett (Bora-Hansgrohe) se ha alzado con la victoria en la duodécima etapa del Giro d´Italia 2018 (2.UWT, Italia), disputada hoy sobre un recorrido de 214 kilómetros entre Osimo -meta en la jornada de ayer- y el Circuito de Automovilismo Enzo e Dino Ferrari de Imola. Simon Yates (Mitchelton-Scott) concluyó la jornada sin problemas y continúa como líder.
Hoy sí, después de dos etapas de zafarrancho y combate, el pelotón se tomó con calma esta duodécima jornada de la corsa rosa. Siguiendo el guion establecido y con ganas por recuperar un poco de resuello tras las intensas etapas vividas en los dos últimos días, de salida, y con el beneplácito del pelotón, eran cinco los corredores -todos ellos de equipos invitados- que acababan por conformar la fuga: Eugert Zhupa (Willier-Trestina), Jacopo Mosca (Willier-Triestina), Marco Fraporti (Androni-Sidermec), Mirco Maestri (Bardiani-CSF) y Manuel Senni (Bardiani-CSF).
Con una diferencia siempre estable en los cinco minutos, eran Quick-Step y Bora-Hansgrohe quienes, con la ayuda de Mitchelton-Scott, controlaban el ritmo. El transcurrir de la carrera fue pausado y sin sobresaltos hasta la aparición de una tremendo aguacero a falta de unos 30 kilómetros para el final.
La lucha por ganar posiciones provocó cortes -el de Carapaz y Pozzovivo entre otros- sin consecuencias y acabó por dar de bruces con las expectativas de los cinco fugados de la jornada. Neutralizados, con el asfalto brillante y peligroso, probó fortuna Tim Wellens (Lotto-Fix All) en uno de los repechos próximos a Imola, a unos 12 kilómetros para el final.
Sin tiempo para la sorpresa, el belga fue neutralizado y las carreteras estrechas de las proximidades del circuito estiraron el grupo en fila de uno. Los intentos por sorprender continuaban y eran Carlos Betancur (Movistar) y Matej Mohoric (Bahrein-Merida) los siguientes en probar fortuna. El esloveno, con una habilidad espectacular sobre la lluvia, logró abrir hueco con Betancur tras él y, a duras penas, cruzaron aventajados la pancarta del último kilómetro.
Por detrás, el descontrol reinaba en un pelotón del que ya no formaba parte Elia Viviani. Las dudas, tan habituales en estas situaciones, lastraban a los dos de cabeza al tiempo que era Bennett quien, como una exhalación, demarraba sin respuesta alguna a falta de 500 metros. La reacción era tardía por detrás. La confirmación del irlandés como el candidato a la maglia ciclamino cada vez era y es más próxima.