«He cogido las riendas desde la primera curva del descenso y no he pasado miedo. Si vas con miedo tienes muchas más posibilidades de irte al suelo. Así que yo iba convencido, a tope, solo pensaba en que tenía que llegar solo porque sabía que si no Nibali podía ganarme al esprint. Desde el coche me han animado y me han tranquilizado. Al principio he dejado que trabajara Kreuziger en la fuga, porque tenía más intereses en que prosperara la escapada. Pero cuando ha atacado Nibali ya estábamos hablando en serio y he tenido que lanzarme para ganar».
«Vinimos a ganar el Tour de Francia pero Froome ha estado muy fuerte. Hay que felicitarlo. Un tercer puesto en el podio, la clasificación por equipos y una victoria de etapa…creo que podemos estar satisfechos. El siguiente objetivo son los Juegos Olímpicos, una prueba única y especial para cualquier deportista. Mi rendimiento en el Tour de Francia me da confianza para afrontarlos. Intentaré hacerlo lo mejor posible, en ruta y en contrarreloj, junto a Valverde y Purito. Tenemos una gran selección. El tiempo dirá si puedo ser líder de un equipo. Ya lo he hecho en pruebas de una semana, que se me dan mejor. Las Grandes Vueltas duran más tiempo y son muy sacrificadas. Me veo mejor en pruebas más cortas».
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