La neerlandesa Chantal Blaak prolongó la racha victoriosa de Boels Dolmans logrando hacerse con la victoria en la Ronde van Drenthe, disputada sobre 138,3 kilómetros en el tradicional recorrido por tierras de Drente. La prueba neerlandesa, ganada por la corredora neerlandesa perteneciente a un equipo neerlandés, se decidió en un grupo de cuatro corredoras que llegó destacado a la línea de meta, en el que la ciclista de Róterdam superó a Gracie Elvin (ORICA-AIS), Trixi Worrack (Canyon//SRAM) y Anna van der Breggen (Rabobank-Liv), segunda, tercera y cuarta, respectivamente.
¿Pero cómo se forjó ese cuarteto que finalmente peleó por el conejo de chocolate que, tradicionalmente, se lleva la ganadora en Drente? Pues con ciertos toques de dominio de Boels Dolmans desde el primer kilómetro. Y ese fuerte ritmo impuesto por el conjunto más laureado en lo que llevamos de temporada hizo que al entrar en el primer tramo de adoquines de la carrera el pelotón se rompiera en tres partes, con casi todos los grandes nombres en la primera.
Entrada la segunda sección de pavés del día se conoció la noticia del abandono de la campeona del mundo, Lizzie Armitstead (Boels Dolmans), al sentirse enferma. Otra historia es que, precisamente, Armitstead abandone una carrera justo en el primer día en que elige correr con culot blanco y no negro. La maldición del arcoíris ¿o la maldición del blanco?
Volviendo a la carrera, que tras darse una pequeña tregua volvía a las armas, de nuevo el pelotón se partía en tres mitades, y dentro de la primera se producían otros tres cortes que hacían que en cabeza quedara un grupo reducidísimo de ciclistas. Entre ellas, las cuatro que al cabo de pocos kilómetros decidieron jugar al ataque: las citadas Blaak, Elvin, Worrack y Van der Breggen.
Blaak remata la fuga
Quedaban más de 25 kilómetros para la finalización de la carrera y la ventaja de este cuarteto aumentaba paulatinamente. Poco les costó alcanzar el minuto y medio, y ya metidas en la última media maratón del día su distancia se incrementaba hasta los dos minutos y medio con respecto al grupo perseguidor, que sin embargo no actuaba como tal y dejaba hacer, al estar representados delante cuatro de los cinco equipos más potentes.
Fue Gracie Elvin la primera en abrir las hostilidades dentro del grupo de cuatro, sabiéndose algo inferior que el resto, pero las otras tres ciclistas pudieron cerrar el hueco abierto dentro del último kilómetro y, con el esprint lanzado, fue Blaak la más rápida, relegando a la aussie de ORICA-AIS a la segunda plaza. Worrack completó el podio, Van der Breggen se llevó la medalla de corcho y Marta Bastianelli (ALÉ-Cipollini) dio tiempo al pelotón: 1:49 perdidos. Con su cuarto puesto, Anna van der Breggen (RaboLiv) es la nueva líder del UCI Women’s WorldTour élite, mientras que Floortje Mackaij (Liv-Plantur), que fue séptima, es líder de las jóvenes.