Sin duda, del primero al último, todos los ciclistas que han pasado por esta durísima 26ª edición de la Vuelta a León, merecerían una mención especial, pero como es lógico no disponemos de tiempo para todos ellos. Sí que nos gustaría, que una vez analizada la carrera y haber elegido el «Siete Ideal», meramente deportivo según lo visto en la carretera, hacer otra selección de otros 7 corredores, con los que a lo mejor, no iríamos a disputar el Tour de Francia hasta la última etapa, porque aquí, en León, igual no llegaron en su mejor momento, pero sí demostraron ser unos tíos geniales, con los que poder irse de cañas sin ningún tipo de problema, y eso de sacar una sonrisa cuando las piernas te están diciendo «basta», es algo digno de admirar:
1. Armando Ortego (Infisport-Alavanet): El protagonista de uno de los momentos más cómicos de esta Vuelta a León. En uno de los duros repechos de la tercera etapa, la reina, con final en La Baña, antes de comenzar las decisivas ascensiones a La Lomba y Las Gobernadas, Armando venía ya bastante descolgado, al igual que el 95% del grueso del pelotón. Después de acercarse a nuestro coche a pedir algo de agua y preguntar cuánto quedaba hasta meta, aprovechaba ese momento para coger algo de aliento a nuestro lado y acercarse así a un grupo que iba unos 50 metros por delante, donde entre otros ibas dos compañeros de su equipo. En el momento en que llegábamos a su rueda, Armando salía como una moto y les sobrepasaba con una velocidad increíble, dejando a todos boquiabiertos, incapaces de entender de cómo podía ir con esas piernas. Pasados unos segundos Armando miraba hacia atrás riéndose, esperando a todo el grupito. Las carcajadas en ese grupo y en nuestro coche eran sonoras, a pesar de que en su caso estaban sufriendo como perros. ¡Muy crack!.
2. Jordan Cadenas (ControlPack-La Titánica): Ese mismo día, unos kilómetros más tarde, ya en plena subida a Las Gobernadas, pasábamos a la altura de un menudito corredor, al que veíamos con bastante mala cara. Nos ofrecíamos para empujarle unos metros, pero su respuesta con cara muy seria, fue muy firme: «Por supuesto que no», mientras negaba con la cabeza. Eso es coraje y lo demás son historias. Acabó llegando a meta a 21:44 del vencedor Cristian Rodríguez con el rostro completamente desencajado y necesitando nada más cruzar la línea de llegada la asistencia médica, pero demostró que a pesar de su pequeño tamaño, tiene un par de coj… como el caballo de Espartero. ¡Olé Tú!
3. Marino Kobayashi (Construcciones Paulino): El toque exótico de esta Vuelta a León. Un descubrimiento para muchos, ya que no se esperaba mucho de él, y lo cierto es que en las dos etapas de montaña se dejó ver de lo lindo. En la etapa reina estuvo en la fuga buena del día, pasando en cabeza por los puertos de Irucia y Corporales, exactamente igual que al día siguiente en la etapa con final en Cornatel, encima en este caso saliendo de atrás y logrando recuperar, junto con Roberto Méndez (Diputación de León), los más de dos minutos que le llevaban la fuga cuando ellos saltaban del pelotón. Encima en Corullón lograba puntuar. Un fenómeno el nipón del conjunto asturiano.
4. Ignacio Bonmati (ControlPack-La Titánica): No tener para nada tus mejores piernas. Estar muy lejos de tu mejor nivel. Y aún así estar a un pasito de llevarte una clasificación como la de los Sprints Intervuelta, y a pesar de sufrir y sufrir que no te quiten en ningún momento la sonrisa de la cara es de ser un tío muy top. Pues eso fue lo que demostró Nacho, que se metió en la fuga del primer día, logró subir al podio a por su maillot azul, aguantó con él hasta la cuarta jornada, la última en línea, y a pesar de ser de los ciclistas que siempre se le veía en la parte trasera del pelotón sufriendo por no perder comba, o porque directamente al ir protegido atrás iba más a gusto que nadie, no había nada que le quitará la mueca sonriente. Daba gusto pasar a su lado y gritar «Vamos Bonmati, Vamos Nacho», y que te dedicará un guiño o un saludo. Nunca mejor dicho, al mal tiempo buena cara. Otro figura de este pelotón.
5. Francesc Zurita (Infisport-Alavanet): El único que repite con el otro «7 Ideal del Pelotón», y es que Zurita además de demostrar unas grandes piernas en casi todas las etapas, llevarse una etapa, rozar otra y ser dos días líder, también dio muestras de ser un auténtico «showman» en el podio. «Roneando» con las azafatas (esperemos que no tenga novia, porque esto podría costarle una pequeña bronca), sacando su móvil para hacerse sus «selfies» desde lo más alto del cajón, con el público detrás, lanzando el ramo de flores a los asistentes… Vamos, que se le veía «poco cómodo» en esta situación. El propio Gorka Beloki, su director de equipo, en la segunda etapa, ya una vez acabado el protocolo del podio, esperaba en el coche la llegada del líder en ese momento de la prueba leonesa, para encaminarse hacia el hotel, y se acercaba a nosotros para preguntarnos si sabíamos donde se encontraba Zurita. Nosotros le señalábamos que «Está ahí detrás, haciéndose unas fotos». La respuesta de Gorka era concisa ¡Este es que aburre hasta a las azafatas, ¡Qué pesado!».
6. Jesús Alberto Rubio (Caja Rural-RGA): El cerebro en carrera del Caja dentro del pelotón, y es que así es como lo definía su propio director, Alberto Mazkiaran. En su caso, también es de esos ciclistas afables, con los que da gusto charlar y acercarse a intercambiar impresiones sobre lo vivido en la etapa. También, es raro no verle sonriendo, a pesar de ser todo un currante, trabajando para sus compañeros como el que más, y siendo capaz de ver lo que al resto, seguramente, les cueste mucho más hacerlo. Además, el de Tomelloso realizaba una gran carrera siendo tercero en la etapa inaugural, finalizando octavo en la etapa terrible de La Cabrera, y acabando la general en una extraordinaria sexta posición, a pesar de tener que estar pendiente en todo momento de su líder, Cristian Rodríguez. Pues bien, a pesar de todo eso, de sumar la victoria en la general con Cristian, de subir al podio con el resto de sus compañeros del Caja Rural-RGA como el mejor equipo de la ronda, no había quien pudiera consolarle tras finalizar la última crono lejos de lo que pretendía en la caravana del equipo, ya que era una jornada que se había metido entre ceja y ceja, dejándonos una imagen dura pero, a la vez, muy bella. No fue su día, y la rabia le podía por dentro. Ese espíritu es lo que ha hecho, que deportistas con cualidades muy inferiores a otros, hayan escrito historia en sus diferentes modalidad. Demuestra mucho de lo grande que es y que podrá ser el bueno de Rubio.
7. Marcos Jurado (Seguros Bilbao): No podíamos olvidarnos de uno de los nuestros. El manchego siempre ha sido uno más de nuestro equipo de «El Pelotón», faltándole tiempo para decir que sí, a cualquier propuesta nuestra. En esta ocasión todos los días, nada más llegar al hotel después de los duros días a los que se ha enfrentado en León, nos deleitó con su Diario, en el que nos contó todas las peripecias de la carrera desde dentro. Estuvo lejos también de expresar su mejor versión, y por ello no terminó nada contento, pero aún así fue de los que más contribuyó al corte del primer día, quedando sexto en la llegada final en Calzada de Coto, siendo el primero de los grandes en atacar en la segunda etapa con final en Sabero, y realizando una muy buena crono final, en la que acabó séptimo, dejándonos la imagen de un tío con una planta excepcional sobre «la cabra». Lo dicho, en unos años cuando estés en el Tour, esperamos también ese Diario. Un abrazo amigo.
Imágenes: www.sportleon.com y @ElPeloton