Después del prólogo en Utrecht, los abanicos camino de Neeltje Jans, el Muro de Huy, el pavé en Cambrai, la lucha contra el crono por equipos en Plumelec, la terrible subida a la Pierre-Saint-Martin, la majestuosidad de Tourmalet, la exigencia de Plateau de Beille o la explosividad de Mende, parece que Valence va a ser un lugar donde se puede firmar la tregua entre los capos del pelotón.
Valence solo vio una vez llegar aquí al Tour de Francia, en el año 1996, el año de Bjarne Riss, y aquí, en cierta manera, triunfó el ciclismo español, gracias a un colombiano Chepe González, en las filas por aquel entonces del conjunto levantino del Kelme, que supo resolver de la mejor manera la fuga del día.
Sin duda mañana, parece día propicio para que de nuevo sea la escapada la que se lleve el gato al agua, con un recorrido de 183 kilómetros con salida en Mende, donde Cummings hizo historia para MTN-Qhubeka, y un principio de etapa muy quebrado, con una cota de tercera, Badaroux, de salida, que seguro servirá para que se forme esa escapada, y con los kilómetros siguientes con otras dos cotas de cuarta, que permitirá aumentar las diferencias. Después de un rápido y largo descenso del Col de la Croix de Bauzon, que se subirá por su cara más amable, se llegará a la dificultad más exigente del día, el Col de l’Escrinet, con sus casi 8 kilómetros al 6% de pendiente media. Ahí se seleccionará la fuga, y veremos que tal pasan algunos hombres rápidos como el propio Peter Sagan el puerto en el grupo de favoritos, ya que desde su cima hasta meta restan casi 60 kilómetros de terreno llano que, si las diferencias no son muy grandes, pueden permitir el poder cazar por detrás y que por fin, sin algunos de los grandes velocistas, que no habrán podido superar en el pelotón esa cota de segunda, pueda levantar los brazos en este Tour.
Entre los de la general poca historia habrá, a priori, ya que después de la batalla vivida en Mende con Nairo Quintana poniendo en serios aprietos a Chris Froome, querrán guardar fuerzas para el último día en Gap, previo a la segunda jornada de descanso, y todo lo que les vendrá después en los Alpes.