Rara es la ocasión en la que un sprinter consigue imponer su ley sin un equipo que le responda. Hoy, la labor de equipo para la victoria de Greipel ha sido clave, no precisamente por tener un treno capaz de dejarle la victoria en bandeja, sino porque el equipo ha sido el que se ha echado el peso de la persecución a las espaldas y ha conseguido controlar la carrera para hacer posible la disputa al sprint en Saint-Amand-Montrond.
El único valiente hoy ha sido Gérard (BSE), que rodó gran parte del día escapado aunque a merced del pelotón. El pelotón no tuvo mayor dificultad en neutralizarle, y justo ahí, a 7 de meta, se vio quizás lo más interesante de la jornada: un corte formado por Martin (EQS), Boom (AST), Thomas (SKY) y Breschel (TCS). Sin duda el corte era peligroso, y ahí es dónde apareció Lotto Soudal. El equipo belga hizo un gran trabajo para evitar que el cuarteto abriese ventaja, y posteriormente logró posicionarse en cabeza hasta dejar a Greipel a 300 metros de meta, y aunque el alemán tenía a rueda a un elenco de sprinters, impuso por poco su potencia para hacerse con la segunda victoria de la temporada.