«Estoy contento, aunque no he podido sacar mucha ventaja, que era la intención, he podido encaminar la batalla psicológica. Cuando he arrancado iba fastidiadillo. He cogido a Piotr Brozyna (campeón polaco) a falta de unos 35 kilómetros para la meta, pero no me relevaba. Decía que no podía; creía que era mentira, pero luego cuesta arriba se ha visto que decía la verdad (ríe). Me lo he tomado como una crono, como un anticipo de lo que viene el sábado. El pelotón venía a 50 segundos y la verdad es que se me han hecho muy duros los últimos quince kilómetros. He intentado jugar con las diferencias, apretar cuanto más se acercaban. Luego me ha cogido Mikel Bizkarra (Gomur) a falta de un kilómetro y medio, pero nos hemos entendido y al sprint le he podido ganar.
El tema del calor lo llevo bien, ¡que siga apretando! La gente va eliminada y a mí la verdad es que se me da bien, estoy acostumbrado. Mañana, aunque será una etapa dura de montaña, habrá que apretar mucho e intentar que no se vaya ningún corte importante. Tenemos un buen equipo para ello. La verdad es que, ¡mejor equipo imposible! Y aspiramos a todo, no hemos venido a pasearnos. Estuvimos en los Pirineos realizando entrenamientos exigentes para preparar esta vuelta, y esperamos que eso se vea en la carretera».
Prensa Seguros Bilbao