Toda Gran Vuelta tiene sus sorpresas y sus decepciones, y en El Peloton vamos a señalar las de este Giro recientemente finalizado. Empecemos por las sorpresas. Quizás la más pronunciada haya sido Fabio Aru. El ciclista de Astana partía desde un principio como escudero de Scarponi, a quien debería ayudar en la alta montaña. Las caídas mermaron al vencedor de la carrera italiana del 2011, tras la suspensión de Contador, lo que posibilitó que Aru tuviera la función de líder. Su papel fue aumentando en importancia según las carreteras se empinaban cada vez más. Su triunfo en Plan de Montecampione le hizo candidato a Top 5, pero su gran cronoescalada al Monte Grappa le metió de lleno en el podio, incluso con opciones de alcanzar el segundo puesto. Finalmente se quedó en el tercer puesto, que ha servido para que los ilusiones vean en él un líder para las grandes vueltas. El Astana tiene una joya en sus filas. Si lo saben conducir por el buen camino, el futuro será suyo.
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Michael Rogers es otra de las sorpresas. Parado hasta hace apenas un mes por el consumo de clembuterol, consiguió demostrar su inocencia y su equipo lo seleccionó para acudir a la salida de Belfast. Dejando de lado la general, se centró en ayudar a Majka y en conseguir etapas. La primera de sus dos victorias vino tras un ataque en el descenso de un puerto y le sirvió para llegar en solitario a la meta de Savona. La segunda victoria fue más especial, por la dureza que tenía la etapa. Se impuso en el Monte Zoncolan, tras una formidable ascensión, y dejó su nombre sellado en el coloso italiano. Un gran regreso a la competición para un hombre que puede ser importante para Contador en su deseo de conseguir la victoria en el Tour de Francia, siempre y cuando su equipo decida llevar al aussie.
Otra de las sorpresas del Giro, esta vez como conjunto, ha sido el Bardiani. El equipo de los hermanos Reverberi ha sido el gran triunfador de la Corsa Rosa, llevándose tres etapas. La escuadra italiana era una de las invitadas a la gran vuelta italiana y hizo ver a los organizadores que se merecían esa invitación. Canola, en la 13ª etapa, Battaglin, en la 14ª, y Pirazzi, en la 17ª, se anotaron una victoria que sirve para el Bardiani para hacer el año y, con casi toda seguridad, garantizarse su presencia en el Giro del año próximo, si es que no lo tenía ya por su nacionalidad. A parte de las victorias, su constante aparición en las escapadas hacen del Bardiani el principal animador de este Giro.
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El Giro ha tenido claro dominador, el ciclismo colombiano. En ese dominio tambien ha colaborado Sebastian Henao, el más joven del Giro, cuajando grandes actuaciones en la montaña italiana. Se ve en el madera de campeón y deja entrever que, con un poco más de veteranía, el escarabajo puede dominar la alta montaña.
Otras de las sorpresas fueron Pierre Rolland, Wilco Kelderman, Alexis Vuillermoz, Giacommo Nizzolo, Julian Arredondo o Diego Ulissi.
Pero no todo son sorpresas y alegrías, tambien hay decepciones. A Cadel Evans podríamos incluirle en esta lista. El veterano australiano empezó muy fuerte, siendo líder, pero en la última semana no pudo seguir el ritmo de los mejores. A pesar de esto, finalizó en un 8º puesto que sabe poco a un ciclista que fue al Giro para llegar a Trieste con la Maglia Rosa. Parece que su mejor época ha pasado.
Este no ha sido el Giro del Androni. Un equipo que estaba acostumbrado a cuajar grandes actuaciones en la vuelta de su país se ha ido este año con las manos vacías. El único que ha estado a la altura ha sido Franco Pellizotti, que estuvo cerca de la victoria en el Monte Zoncolan y finalizó en 12º lugar en la general. Al resto del equipo apenas se le vio. Todo un luchador como Joohny Hoogerland no dejó ver en la que será su única gran vuelta del año. Sella, Frapporti o Jackson Rodríguez consiguieron filtrarse en las escapadas, pero no consiguieron el objetivo del equipo, una victoria de etapa. Mal Giro para los discípulos de Gianni Savio.
Una de las esperanzas italianas no consiguió cuajar un buen papel frente a sus compatriotas. Moreno Moser acudía a este Giro con el objetivo claro, meterse en escapadas y luchar por una victoria, y no cumplió en ninguna de las dos cosas. Desaparecido durante los 21 días de carrera.
Yukiya Arashiro, Dani Moreno o Samuel Sánchez, otras de las decepciones de la primera gran vuelta del año.