La organización de la Milán-San Rema ha dado marcha atrás en su apuesto por endurecer la carrera y finalmente no va a incluir la Pompeiana antes del Poggio, por lo que el perfil seguirá siendo el habitual en las últimas temporadas:
Así pues, se ha demostrado que al final una gran carrera acaba adaptándose a los ciclistas y no al contrario, ya que la inclusión de esa nueva ascensión fue puesta en entredicho por los grandes sprinters del pelotón como Cavendish, mientras que otros clasicómanos más puros se frotaban las manos. Ante la anunciada no participación de algunos sprinters, la organización ha decidido no llevar a cabo este cambio y apostar por tener una nómina de corredores de primer nivel en la línea de salida. El cambio, obviamente perjudica a corredores como Nibali, Betancurt o Gilbert, que se habías postulado como principales favoritos al conocerse esta modificación.
En definitiva. La Milán-San Remo volverá a ser un año más una gran lucha por romper la carrera y evitar el sprint, que muchos otros equipo intentarán propiciar. Sea como sea, el espectáculo está asegurado, a pesar de que la organización haya tenido que bajarse los pantalones.