«Hoy el principal problema al que me he enfrentado ha sido el viento. Todo el mundo estaba pendiente de evitar las caídas. También me he visto penalizado por un problema en una rueda y por mis dolores de espalda, que me acompañan desde que me cayera el primer día. Pero al final las cosas me han ido bien: he terminado segundo y conservo el maillot verde. No siento vergüenza alguna por haber sido superado por André Greipel en el esprín. Junto con Mark Cavendish y Marcel Kittel, es uno de los mejores velocistas para este tipo de llegada. Ahora bien, no me bastará rodar con prudencia para defender el maillot verde. Espero conservarlo pero en cualquier caso haré un primer balance al final de la primera semana. Y la tercera semana, cuando llegue la montaña, espero estar delante y en condiciones de lograr todos los puntos.
El año pasado, al verme ganar tres etapas la gente pensó que me resultaba fácil. Ahora, todo el mundo puede ver que no es tan sencillo. ¡Y prometo que lo estoy intentando! Algunas de las etapas por venir me son favorables. En un terreno llano, un equipo como el Cannondale no tiene la estructura necesaria para formar un tren para lanzar a un corredor pero lo que sí tengo son compañeros de equipo capaces de mantenerme delante. Los días que haya que tapar huecos sé que podré contar con ellos».
Fuente: Prensa Tour de France